Éric Baret
El Tantra Yoga Shivaísta de Cachemira de Éric Baret es profundamente transformador.
El Yoga que transmite Baret nos lleva a abordar los bloqueos mediante movimientos no evolutivos, posturas de observación (asanas), que favorecen el curso natural de la energía con la ayuda de la respiración libre de cualquier restricción (pranayama). Este desprendimiento de imágenes y resistencias nos permite redescubrir el estado adámico de polis-transparencia, una luz que apunta directamente hacia el silencio. Su transmisión invita a afinar nuestro instrumento para que vibre en armonía con las corrientes profundas de la existencia, expresándose sin límites la apertura sensorial resultante. En sus seminarios libres de todo tradicionalismo, se abordan las diversas extensiones del despertar de las energías sutiles, siendo los ejercicios corporales solo un pretexto para sentir la tranquilidad. Esta purificación, a través del libre flujo de energías, hace que nuestra estructura sea sagrada. Su reintegración a la verticalidad encuentra expresión en todos los aspectos de la vida. Este enfoque, donde el cuerpo es finalmente reconocido como el aliento del ser, es parte de la línea no dualista del Shivaísmo tántrico de Cachemira.
Éric Baret, a través de sus seminarios, nos acompaña a dejar el mundo libre de nuestras proyecciones, desde el arte supremo expresado por las grandes tradiciones espirituales.
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La preséncia de Éric Baret tiene, entre otros méritos, el de estimular nuestra lucidez, mortificar nuestra pretensión, dirigir de nuevo la mirada —que siempre tiende a huir hacia las alturas y lejanías— de vuelta a la cruda luz del instante, a la realidad cotidiana, al sentir inmediato, sin dejar al ego tiempo de nombrar y clasificar las experiencias según sus criterios habituales: agradable-desagradable, bien-mal, ganancia-pérdida, éxito-fracaso.
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"El impulso de saber y de querer, fruto del miedo, es la raíz de nuestros sufrimientos psicológicos."
"Dejar el mundo libre de nuestras proyecciones constituye el arte supremo expresado por las grandes tradiciones espirituales."
Éric Baret